Elena Busto: ‘La peluquería también es salud’

Elena Busto: ‘La peluquería también es salud’

Experta de prestigio, parte fundamental e impulsora del Congreso de Peluquería Ecológica que en 2020 ha celebrado su segunda edición, Elena Busto nos da algunas de las respuestas clave acerca de qué exige la peluquería actual

Comprometida y defensora al cien por cien, incluso más, de la Peluquería Ecológica, Elena Busto se ha convertido a estas alturas en una de las expertas más destacadas en lo referido a conocimiento y práctica de lo que significa ésta, la llamada peluquería ecológica, es y representa.

Impulsora junto a otras figuras del Congreso de Peluquería Ecológica en nuestro país, que este 2020 celebraba su segunda edición, precedida del éxito de la primera e inaugural, vía on-line a causa de la pandemia, aunque no por ello menos trascendente y reveladora, sino al contrario, multiplicada su repercusión.

Elena, efectivamente es hoy un referente, al frente también de su propia marca ‘Elena Busto Essential Beauty’, natural y eco para el cuidado de piel y cabello desde el respeto, desde la salud.

Busto, y a estas alturas, es un libro abierto, en el que y al igual que en esta entrevista, descubrir cómo debería y será la peluquería del futuro y cuáles las tendencias que necesariamente le influyen ya, desde este mismo momento. Y todo, acelerado a resultas de una pandemia, por la urgencia de solventar la misma, lo cual ha generado la necesidad perentoria de dar y encontrar soluciones para profesionales y usuarios, marcas y clientes, productos cosméticos, tratamientos, servicios, utillaje, herramientas, mobiliario, reciclaje… Porque en la Peluquería Ecológica todo cuenta.

Beauty Market: ¿Cómo nace la idea de un Congreso de Peluquería Ecológica?

Elena Busto: La idea surgió, como tantas veces pasa, de un sueño loco, una idea que cuando la pones sobre el papel y con voz, te das cuenta que cobra fuerza. El origen o germen de este proyecto fue una pregunta: ¿Y si ofrecemos información alternativa, algo diferente a los profesionales del sector? Lo comenté con algunos profesionales peluqueros y peluqueras y clientes y la respuesta fue muy positiva: ¡Sí, me encantaría! (Sonríe Elena).

B.M.: ¿Cuál sería la definición de Peluquería Ecológica?

E.B.: Sinceramente, creo que estamos construyendo paso a paso y despacito, este nuevo concepto de peluquería. Dar una definición por mi parte, creo que sería osado. Si buscamos la definición en la RAE, encontramos que, Peluquería es: establecimiento donde trabaja el peluquero y Ecológica: (en su 3ª acepción), dicho de un producto o actividad que no es perjudicial para el medio ambiente. Para mí, uno de los motores principales para ser una peluquería ecológica es la salud del profesional en primer término y de sus clientes, por supuesto. Después y como consecuencia, viene el medio ambiente. Según lo expuesto, podría atreverme a decir, que una peluquería ecológica, es un lugar donde se trabaja la belleza capilar de manera saludable, responsable y con productos econaturales.

B.M.: Aunque la Peluquería Ecológica, damos por sentado, no se refiere solo a producto, sino también a espacios, mobiliario, utillaje… ¿Estamos en lo cierto?

E.B.: Pues sí, esto es otro paso más. Intentar tener el menor impacto en todo lo que se utilice. Secadores, planchas; utensilios de desecho… Como decía al principio, es un proceso y llevará tiempo implementar todo lo necesario. Pero sin duda, hacia ahí es hacia donde queremos ir.

B.M.: También en lo referido a residuos, imaginamos.

E.B.: Si se utilizan productos econaturales que no agredan a la salud, el resultado es que lo que vaya por el desagüe tampoco agredirá al planeta. Existen ya productos que son biodegradables. Yo misma he creado una línea capilar certificada que cumple todos estos requisitos y más. La dificultad la encuentran todos aquellos profesionales que optan por tratamientos que hoy por hoy, es imposible hacerlos de manera natural, sin química que puede ser considerada nociva. En una peluquería ecológica, si nos ceñimos a la definición ofrecida más arriba, no se podrían hacer ciertos trabajos. Por eso, lo que más se va viendo, son lugares mixtos, donde se ofrece una alternativa ‘natural y/o ecológica’ y otras que no lo son. Pero ese espacio no podría catalogarse como ‘peluquería ecológica’ a mi entender.

B.M.: Tras la primera edición, física, tiene lugar el II Congreso de Peluquería Ecológica, esta vez y dada la pandemia, edición virtual, ¿cómo ha sido la experiencia?

E.B.: Pues honestamente, ha sido fantástico. Así lo transmitieron la mayoría de asistentes en directo y luego lo hemos confirmado en las respuestas recogidas de la encuesta de satisfacción realizada. Existe un tipo de profesional que busca diferenciarse y que quiere acercarse a lo natural de verdad. Nuestro congreso ofrece alternativas para ello.

B.M.: ¿La pandemia ha venido a transformar definitivamente a la peluquería?

E.B.: Relativamente, diría yo. Como siempre les comento a los peluqueros y peluqueras: «Afortunadamente, muchas de vuestras propuestas no se pueden hacer de manera virtual». Yo confío en que todo esto pase, y podamos seguir disfrutando del momento ‘especial’ que es ir a tu peluquería y profesional de confianza y ponerte en sus manos.

B.M.: ¿Cómo debe transformarse el modelo (de peluquería) para ser sostenible?

E.B.: Tal y como decíamos al principio, es un proceso lento. Yo creo que se quedarán dos modelos de peluquería, la mixta, que no renunciará a ciertos trabajos y la experta en todo lo econatural. Ambas harán de sus espacios físicos lugares agradables mucho más ‘ecológicos’ en lo que a mobiliario, utensilios, etc., se refiere, y, de hecho, creo que lo suyo es que convivan y colaboren. Y algo que considero importante y fundamental, es la formación. Creo que se está tardando demasiado en incluir en las escuelas de peluquería, formaciones en este ámbito. Los nuevos profesionales del futuro, deberían salir ya bien formados en todo esto de las escuelas.

B.M.: Peluquería ecológica, eco, natural, ‘clean’, bio… Se suceden las denominaciones, ¡qué lío!, en lo referido a la cosmética para el cabello en este caso. ¿Podríamos clarificar conceptos a partir de su opinión y experiencia experta?

E.B: Sí. Lo primero, aclarar que, en cosmética, capilar o de cualquier tipo, no existe una legislación que regule el uso de estos términos. ¡Todo vale! Desgraciadamente es así. Lo único que regula el uso de estas palabras, son las certificaciones que existen de cosmética natural y ecológica. Explicar y aclarar todo esto es uno de los objetivos del congreso. Aclarado lo cual, y en mi opinión, ecológico, eco, bio, orgánico…, todas estas palabras deben referirse a la materia prima con la que se ha fabricado el cosmético. Sólo pueden serlo las sustancias vegetales, pues en realidad, hacen referencia a la manera en que han sido cultivadas. Es decir, una planta es natural, siempre, pero solo será ecológica, eco, bio, orgánica…, si no ha sido tratada con pesticidas, radiaciones; si no es de origen transgénico etc. Por eso, las certificaciones diferencian entre producto natural o ecológico. Por ejemplo, BioVidaSana-BioInspecta, la certificación que tenemos en España, cataloga el producto como natural, natural con x% de ingrediente ecológico o ecológico total. Y por último, clean, hace referencia a limpio, a que no ensucia o contamina, habría que ver si es verdad.

B.M.: ¿La cosmética capilar va por detrás de la cosmética para la piel en este sentido?

E.B.: Yo diría que sí. Pero vamos avanzando muchísimo. Aunque todavía cueste creer que podemos vivir sin un tinte químico, entre otras cosas.

B.M.: ¿Y qué hay de nuevo en materia legislativa a nivel europeo?

E.B.: Para responder a esta pregunta me remito a las informaciones que nos traslada el Dr. Nicolás Olea, catedrático de la universidad de Granada y fiel ponente de nuestro congreso. Él nos explica que la legislación va muy por detrás de la evidencia científica. Está claro el motivo, para mí, hay demasiados intereses económicos en toda la industria de la belleza. Por eso, antes de esperar a que los estados legislen, somos partidarios de aplicar el principio de precaución, y ante las sospechas de que algo pueda ser nocivo, proponemos sustituirlo por lo que esté exento de dudas.

B.M.: ¿Cuál es la asignatura pendiente del profesional peluquero y el salón de peluquería para convertirse finalmente en sostenible?

E.B.: La formación, el conocimiento, entender una etiqueta para no ser engañado, conocer las increíbles soluciones que la naturaleza nos ofrece para múltiples alteraciones. Porque, si por ejemplo hablamos de un salón especializado en tratamientos de problemas capilares, muchos de ellos se solucionan simplemente dejando de añadir “tóxicos”, cambiando química agresiva por plantas. Esto lo certifican cada vez más peluqueros y peluqueras que han hecho el cambio.

B.M.: La actual crisis sanitaria ¿va a ser la causa del cierre de gran número de salones en nuestro país?

E.B.: Desgraciadamente es así, sí.

B.M.: ¿Cómo sobrevivir?

E.B.: Una opción para mí es reinventarse, aprovechar para mirar dentro de uno mismo y preguntarse: ¿Qué quiero realmente hacer? Y si tu respuesta es que quieres seguir ejerciendo como peluquero, peluquera, fórmate en todo este nuevo ámbito de la peluquería saludable, responsable y con productos econaturales. Y si no quieres seguir, atrévete a algo nuevo y diferente. La vida está llena de oportunidades.

B.M.: ¿Qué opinión le merecen transformaciones tales como peluquerías convertidas en empresas de reciclaje, y que a su vez ofrecen sus servicios y educación para que el resto de los salones lo sean?

E.B.: Desconozco esto la verdad, pero me parece un buen ejemplo de reinvención.

B.M.: ¿Qué modelos concretos pueden surgir para el mantenimiento y competitividad de los salones?

E.B.: Los que nacen de la especialización y la diferenciación. Basándome en las peluquerías que conozco, puedo decir que, si bien son momentos complicados para todos, las que están muy enfocadas en ofrecer tratamientos EcoNaturales están subsistiendo mucho mejor esta crisis. Cada vez son más las personas que sufren de alergias y problemas capilares, los profesionales que son capaces de ayudar en ese sentido, están triunfando. Y por supuesto, la formación. Hay una enorme necesidad de formadores ¿Por qué no convertir tu salón en un centro de formación de coloración herbal, tratamientos con plantas, aceites, etc.?

B.M.: ¿Cuál es el papel del cliente/consumidor en la situación actual en lo referido a la peluquería?

E.B.: Yo pienso que es muy importante. Muchas personas argumentan que se ven obligadas a introducir alguna propuesta natural por demanda de sus clientes. Aunque también está el opuesto. Y aquí sí, el profesional tiene que hacer una buena labor de asesoramiento, información, prescripción, etc.

B.M.: ¿El consumidor ha cambiado?

E.B.: Sí, sin duda. Cada vez hay más conciencia sobre la importancia de consumir y utilizar productos saludables. Se empieza por la alimentación y luego se pasa a la higiene y belleza corporal (facial y capilar), acabando con el hogar.

B.M.: ¿Optimista ante el futuro?

E.B.: Creo sinceramente que todo esto que nos está tocando vivir nos va a llevar sí o sí, a un cambio, a un salto evolutivo. Soy una convencida de la fuerza y capacidad que tenemos los humanos, confío plenamente en que la cordura y la fuerza vital sobrevivirán a todo lo demás. Sí, claro que veo un horizonte apasionante y lleno de nuevas maneras de vivir donde el trabajo sea una extensión de uno mismo. Eso sí, cerca, muy cerca de la naturaleza.

B.M.: ¿Por dónde pasa el futuro, y no sólo éste, sino el acuciante presente, obligatoriamente, en el sector que nos ocupa?

E.B.: Aquí me permito expresar mi sueño, mi utopía, la creación de esa gran tribu de salones que ofrecen belleza de la mano de la salud. La utopía en realidad no es para alcanzarla, sino para poder avanzar.

B.M.: ¿El peluquero debe convertirse realmente, sí o sí, en un experto? ¿De qué materias?

E.B.: Sí, claro, de las materias con las que resuene, las que le hagan vibrar. Desde el congreso ofrecemos unas cuantas alternativas diferentes que pueden ayudar a dibujarse un nuevo futuro profesional.

B.M.: ¿Deberá también asumir de modo definitivo un papel de prescriptor o en su opinión, esta faceta queda para otro tipo de profesionales de la belleza?

E.B.: Ya lo hace. Los clientes confían plenamente en su peluquero o peluquera. Tiene un papel determinante. Creo que ayudaría que hicieran alguna formación en ventas, pues muchos tienen miedo a esa parte y, sin embargo, sería una gran ayuda económica. ¿Quién mejor que tu peluquero o peluquera sabe lo que tu cuero cabelludo necesita? Como dicen muchos, yo no vendo, yo asesoro y aconsejo, y el cliente compra.

B.M.: Pero, el peluquero ¿se lo cree? ¿O esa falta de fe y creencia en su poder es su problema?

E.B.: Muchos y muchas tienen esa inseguridad. Por eso, y en mi opinión, la formación es fundamental. Cuando entiendes y sabes lo que puedes ayudar a solucionar a tu cliente, te invade una fuerza que no quieres reprimir, asesoras y prescribes con firmeza y seguridad, en definitiva, ayudas a tu cliente a solucionar un dolor. ¿Y, no se trata de eso?

B.M.: Finalmente, un consejo imprescindible para la profesión, Elena.

E.B.: No nos creamos al 100% esta ‘realidad’ en lo referido a lo que es un salón de peluquería que parece estar implantada. Sueña, imagina, dibuja en tu cabeza tu ideal de salón y ve a por ello sin miedo. Termino con una frase del escritor Robin Sharma: «Siempre que creas belleza a tu alrededor, estás honrando tu propia alma».

Gracias por esta entrevista tan extensa y profunda, pensar que pueda servir a alguien me llena de sentido y felicidad.

Fuente del artículo: https://www.beautymarket.es/peluqueria/elena-busto-la-peluqueria-tambien-es-salud-peluqueria-23813.php

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