Diagnóstico Capilar y Facial
Un servicio gratuito
Dmas Pelos ofrece un servicio gratuito de diagnóstico capilar y facial para así poder obtener los mejores resultados y solucionar problemas, como también ofrecer los mejores productos para las necesidades de cada cliente.
El diagnóstico capilar en la peluquería tiene por objeto la identificación de una anomalía capilar basándose en los síntomas. Se realiza para poder definir con precisión el estado de dicha anomalía y, de esta manera, poder aplicarle el tratamiento más adecuado. Es una forma de descifrar los signos que nos envía la piel, el cuero cabelludo y el cabello cuando presentan alguna irregularidad, con la finalidad de solventarla o advertir de cualquier alteración patológica para remitirla a un especialista de la Medicina.
El peluquero/a tiene una importante labor en este aspecto. Teniendo en cuenta que el 80% de los clientes de la peluquería sufre alguna anomalía capilar, en mayor o menor grado, detectarla a tiempo puede significar la conservación, en gran medida, de su cabello.
Un servicio personalizado
Para la realización de un diagnóstico capilar es importante llevar un orden, seguir unos pasos concretos que nos lleven a identificar el problema; en definitiva, seguir un método.
El diagnóstico es un proceso que se inicia con la manifestación de un síntoma; este nos debe de llevar a realizar un examen visual concienzudo y metódico del cuero cabelludo y el cabello, que nos permita clasificar las anomalías.
Síntomas más genéricos
- Caspa
- Grasa
- Rotura
- Caída
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El camino a seguir
Normalmente suele ser el propio cliente quien nos plantea una queja acerca de un problema capilar. O podemos ser nosotros, mientras trabajamos con el cabello, los que observemos síntomas de alguna irregularidad.
Las quejas más habituales que exponen los clientes en los salones de peluquería son del tipo de: “me pica“, “tengo caspa“, “me duele el cuero cabelludo“, “se me rompe el pelo“, “no me dura mucho el color“, “tengo las puntas abiertas“, “tengo el pelo muy seco“, “lo tengo muy apagado“, “no tiene brillo“, “lo tengo muy graso“, “se me cae mucho el pelo“, “cada día tengo menos pelo“, etc. Cada una de estas quejas nos está indicando el camino a seguir para detectar la posible anomalía.
Si observamos detenidamente las quejas expresadas, estas pueden reducirse a unos pocos síntomas más genéricos (caspa, grasa, rotura y caída), que podemos encuadrar dentro de los cuatro grandes bloques de anomalías: procesos descamativos, seborrea, anomalías del tallo y alopecias.
Beneficios de realizar un diagnóstico capilar para el cliente
- Saber qué productos son los adecuados para tu cabello antes de comprarlos.
- Conocer si tu cabello se dañará o no al aplicar según qué tratamientos que puedan ser agresivos para el cabello.
- Evitar reacciones alérgicas a según qué materiales o productos.
- Averiguar cuál es el corte que más te favorece según tu cabello.
- Sensibilización sobre el cuidado del cabello y la importancia de su cuidado en general.
¿Cómo se realiza?
Mediante las herramientas tecnológicas adecuadas se analiza el cuero cabelludo y el estado de la fibra capilar, se evalúa el estado de la piel del cabello, la densidad, la keratina capilar, la caída y el grosor del cabello, el estado del poro y la cutícula… Todo ello se complementa con la observación directa por parte del especialista y una serie de preguntas al cliente.
1- La observación directa
Se trata de observar y explorar minuciosamente el estado del cabello. A partir de este análisis se detalla el estado de la cutícula, la flexibilidad y resistencia del cabello, si se presenta alguna anomalía como la caspa, caída, grasa excesiva, entre otros. Tras la primera exploración, el especialista clasificará el cabello del cliente de acuerdo a lo siguiente:
- Largo del cabello: corto, medio o largo.
- Grosor del cabello: fino, normal o grueso.
- Cabello: seco, normal o graso.
- Cabello natural, teñido, con mechas, con tratamientos como la permanente o el alisado (en el caso que sea visible mediante la observación).
2- Preguntas directas al cliente
Para acabar con el diagnóstico capilar, necesitaremos complementar la información obtenida con una serie de preguntas claves al cliente relacionadas con la rutina del cabello:
- Edad, trastornos hormonales, dieta, enfermedades, tipo de trabajo, estrés…
- ¿Con qué frecuencia acude a la peluquería?
- ¿Con qué frecuencia se lava el cabello?
- ¿Utiliza productos especializados como acondicionadores, mascarillas o serums para el cuidado del cabello?
- ¿Usa aparatos con calor como la plancha, el secador o las tenacillas? ¿Con qué frecuencia? Para tener un cabello liso sin plancha ni secador, es la mejor opción para no dañarlo.
- ¿Se ha realizado tratamientos especiales como coloración, decoloración, permanente o alisado?
- ¿Tienes alguna preocupación en cuanto al cabello?
- ¿Qué resultado buscas obtener en tu melena?
